Llevo casi 9 meses con este blog abandonado. Cada vez que me proponía a escribir una entrada para mostrar mis últimas fotitos algo sucedía y lo terminaba aplazando...
El
tiempo pasa y pasa! Fotos van, fotos vienen... Así que prometo
actualizar más seguido a medida que me de tiempo y tenga inspiración
para hacerlo.
Salgo, veo, observo, miro, viajo, corro, camino, duermo y sueño...
Quise partir con este post ya que mis pensamientos más profundos del día los hago durante el trayecto casa-metro-U-metro-casa.
A
menos de 3 meses para egresar de mi carrera estoy a punto de tomar una de
las decisiones más importantes en mi vida. Ambas tienen la opción de
seguir trabajando en turismo (no me veo haciendo otra cosa a futuro en
verdad) y seguir
capturando cada rincón del mundo con mis camaras, pero esto depende de
como se den las cosas en estas próxima semanas... si me quedo o me voy. Porque siento que no
hay vuelta atrás, es uno o lo otro y no existe un punto medio.
Estoy convencida que debemos recolectar momentos y no cosas, al menos eso es mi conclusión al casi terminar mi carrera.
Todos
los días tomo el metro para ir a la U y siempre escojo mi lugar
privilegiado frente de la puerta en donde puedo ir disfrutando del
Fundo del Carmen hasta llegar al Jardín Botánico, comprenderán que
tampoco tengo mucho donde escoger porque siempre viajo en hora punta así que
la puerta se convirtió, en todos estos años, en mi lugar favorito y aunque me
suba a uno con asientos disponibles siempre me voy hacia la puerta para
apreciar los rayos de sol que se pierden entre los árboles y
montañitas, los cuales se han convertido en los 7 minutos más perfectos
del viaje ya que pasado eso el tren entra bajo tierra y cambia automáticamente toda
la vista natural maravillosa por un túnel negro que se ilumina solamente
con el paso de las estaciones.
Cada
viaje es diferente, siempre hay algún detalle distinto que descubrir y
alguna foto nueva que tomar, una canción nueva que escuchar y
algo nuevo que pensar.
Vero =0)